El Tribunal Constitucional permite interactuar con distintos lenguajes de clasificación: tesauros y ontologías

Hoy 6 de diciembre se celebra el aniversario de la Constitución española (CE) de 1978. Por ello, aunque el año pasado ya hablé de la base de datos jurisprudencial del Tribunal Constitucional (TC) en este post, quiero retomar el tema porque me dejé en el tintero tres funcionalidades muy útiles que tiene esta Institución implantadas: el tesauro, la ontología y el tique.

Un tesauro es un vocabulario controlado de descriptores (términos) de un campo específico del conocimiento, que se relacionan semántica y jerárquicamente, traduciendo el lenguaje natural en documental. En cambio, una ontología es una representación de datos que define sus relaciones a través de la conceptualización.

Estas herramientas se basan en conceptos, pero se diferencian en el nivel de abstracción para construir la organización conceptual. El buscador de jurisprudencia del Tribunal Constitucional sitúa ambas opciones de búsqueda en el margen superior derecha.

El Tesauro de voces nos muestra en la pantalla un directorio por el que poder navegar o la opción de buscar directamente el descriptor deseado. No es un buscador predictivo, por lo que, a menos que sepas el descriptor exacto, no obtendrás resultados.

Por ejemplo: si estamos interesados en conocer qué jurisprudencia hay sobre «viviendas sociales«, podemos comenzar desplegando los «conceptos materiales» y continuar navegando hasta localizar el descriptor «Viviendas de protección oficial«:

Todos los descriptores tienen una ficha (icono del listado), donde podremos ver: sus datos generales, delimitadores y términos relacionados; las resoluciones asociadas (icono de la lupa pequeña) y la posibilidad de agregar el término a una selección para una búsqueda con varios descriptores (icono del signo más).

Tras pulsar la opción «ver resoluciones asociadas«, el sistema nos traslada a la pantalla de resultados del buscador.

Sin embargo, si seleccionamos la Ontología semántica nos aparecen de nuevo los mismos conceptos en forma de círculos, a través de los cuales navegaremos para identificar el descriptor que necesitamos. Vamos a realizar una búsqueda similar a la que hicimos en el tesauro, pero esta vez, pulsaremos primero «conceptos constitucionales«, que nos abrirá otra red de segundo nivel:

Al elegir el concepto «derechos fundamentales» se nos abrirá otra red de tercer nivel. En la imagen veremos que nos encontramos ante un sistema mucho más visual en donde aparecen representados todos aquellos derechos fundamentales. Si nos situamos encima de los círculos, nos aparece una leyenda informando de la composición del descriptor: resoluciones con/sin descendientes, términos específicos, delimitadores y el número de niveles que todavía puede llegar a desarrollar el concepto.

En nuestro caso, al pulsar con el botón derecho en «derecho a la vivienda» nos mostrará los mismos iconos que el tesauro más los posibles descriptores específicos (icono del círculo), es decir, la posible profundidad de desarrollo semántico.

La ontología también permite hacer una búsqueda que combine distintos conceptos a través de la opción «selección» y buscar un descriptor específico a través de «buscador de términos jurídicos» que, al igual que en el tesauro, no tiene la funcionalidad predictiva.

Por último os quería hablar del tique, un código alfanúmerico que se genera automáticamente cuando realizamos una búsqueda y que contiene los resultados realizados. Esta funcionalidad es muy útil si recurrentemente vamos a emplear la misma estrategia de búsqueda.

Los tiques se localizan en el margen inferior izquierdo de la pantalla de resultados. En el caso de la búsqueda sobre VPOs hemos obtenido el «Tique de búsqueda: 4ikSqZnbrD«.

Dicho código lo podremos utilizar en el buscador de la base de datos jurisprudencial, seleccionando la opción «Por tique de búsqueda«:

Sé por experiencia que la opción «ontología semántica» no es muy del agrado de los juristas, ya que el sistema de organización resulta caótico a simple vista. Sin embargo, es necesario que entendáis que solo es otro modelo de representación conceptual, como un «tesauro de voces». Si jugáis con el sistema, podréis interrelacionar mejor los descriptores y lograr un mayor entendimiento de las competencias que se pueden llegar a desarrollar con el big data. Cuanto mejor se entienda cómo funciona un software, mejores serán los resultados de una búsqueda.

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